Carretilla sube escaleras eléctrica Domino

Por supuesto. De hecho, están equipadas con potentes motores eléctricos independientes que permiten que las orugas giren de forma independiente unas de otras, por lo que es posible girar 360 grados en espacios muy estrechos e incluso desplazarse por escaleras de caracol modulando la velocidad para seguir el curso de los peldaños. Por supuesto, el recorrido en una escalera helicoidal o de caracol depende en gran medida del volumen de la carga y del radio de curvatura de la propia escalera, pero se trata de una dinámica que afecta a todas las sube escaleras, independientemente de su funcionamiento. De hecho, si el radio de curvatura fuera demasiado pronunciado o la carga demasiado voluminosa, con cualquier dispositivo se estaría tocando la pared.

De ninguna manera. Las orugas de la marca Zonzini son sinónimo de estabilidad y seguridad en la escalera. Están fabricadas con una mezcla especial de caucho que garantiza el máximo agarre en la mayoría de las superficies y en prácticamente todas las condiciones de transporte. Son adecuadas para superficies exteriores de obras, pero también para superficies interiores especialmente delicadas, como escaleras de madera, mármol o cristal. Zonzini es especialista en carretillas eléctricas con orugas y nunca se ha dado el caso de que estas hayan dañado la escalera. De hecho, es importante tener en cuenta que las orugas siempre se apoyan en al menos 4 o 6 puntos de la escalera, lo que significa que el peso se distribuye uniformemente y que la carga en cada peldaño es significativamente menor que la carga total transportada.

De ninguna manera. Toda la gama de subescaleras eléctricas Domino está diseñada para descargar siempre el peso en la escalera y en el rellano, sin dejar al operador la tarea de gestionar el equilibrio de la carga en cada escalón, como ocurre con las carretillas de ruedas habituales. Domino estabilizado cuenta incluso con sensores de ayuda a la conducción que detectan autónomamente el rellano y abren la estabilización de la carga, dejando al operador la única tarea de guiarlo con el joystick. En los descensos, un sensor detecta la presencia del primer escalón y acciona de forma autónoma la estabilización de la carga, dejando al operador la única tarea de dirigirla con el joystick. Más fácil, imposible.